Todos los hechos pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por el. Asi, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillacion una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio. No hay consuelo mas habil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas.